lunes, 15 de agosto de 2011

Por el fruto se conoce al árbol

"Estaré loca, pero prefiero quedar en la historia por ir contra la corriente que dejarme llevar por tanta agua turbia llena de lo mismo... 
El árbol da frutos de propósito cuando no esta encerrado, 
RESPIRA y se alimenta plantado junto a aguas que nadie se atreve a beber por cobardía."

  
Autora: Daniela Smith
(Monte Santo Tucumán - Argentina)

En estos días me di cuenta que no todo es tan lineal. Que tengo que saber esperar, y el silencio es el mejor ejercicio para poder escuchar la voz de mi fuente.

Me di cuenta que los que realmente entienden su propósito no vuelven atrás, ni siguen estancados, ni se empeñan en hacer las cosas a su manera. Me di cuenta que las renuncias son necesarias, siempre y cuando tengan que ver con morir a mi ego, de lo contrario uno nunca podría madurar... Renunciar a mi comodidad, renunciar a mis sentimientos y poner por prioridad lo que EL quiere de mi no es tarea fácil. Renunciar a costumbres, sensaciones, paradigmas y emociones hace que nada te confunda, que nada te someta, que nada te engañe, y que nada te pueda más que vivir completamente abandonado a EL.

El punto es que si decimos haber entendido nuestro propósito, porque volvemos a lo mismo? Porque volver atrás después de haber visto la luz? Porque sostener formatos que nosotros mismos hemos repudiado más de una vez?  Muchos dirán que tantas preguntas solo traen dudas, pero si verdaderamente sos respuesta la duda simplemente no existe.

Adoración y Justicia han sido las palabras que vienen taladrando literalmente mi forma de ver todo.  Es sentir que si antes EL demandaba mucho de mí, hoy no se conforma con eso, quiere todo, hasta el más mínimo detalle.  

Hace unos días recordé una canción que me llevo a darme cuenta del “porque” de muchas cosas que hasta el día de hoy no entendía.

Parte de la canción dice “he estado sentada aquí haciendo humo a lo lejos, creando señales con palos y otras pequeñas cosas, pero aun no hay signos de una llama.
Impostores han estado pasando, ofreciéndome cosas que hacen sentir bien solo por un momento, pero me mantengo esperando en lo que tú eres; un fuego intenso que quema hasta los huesos.
Algunos me incitan a no sentir pasión, pero ser tibia no es suficiente.
Porque yo quiero apasionarme contigo por eso te estoy entregando mi corazón
Así que estoy de pie, repartiendo antorchas hablando palabras que son lámparas a sus pies
Hasta el tiempo en que tú vengas y este completa y seamos todos uno, y el fuego en mi esté completo.
Algunos me dicen que sea moderada, pero ser tibia no es suficiente”

Estas palabras me recordaron varias cosas, entre ellas, mi principio. Fue como revivir la pasión que hacía de mi vida un día tras día de abandono absoluto y total. Fue recordar quien realmente era y para que vivía.

“Conozco tus obras; tienes fama de estar vivo, pero en realidad estás muerto.2 ¡Despierta! Reaviva lo que aún es rescatable,[b] pues no he encontrado que tus obras sean perfectas delante de mi Dios.3 Así que recuerda lo que has recibido y oído; obedécelo y *arrepiéntete. Si no te mantienes despierto, cuando menos lo esperes caeré sobre ti como un ladrón.” 
 (Revelaciones 3:7)
Esta palabra logro confrontarme al punto de revivir en mi todo lo que estaba dormido. Tantas veces me deje entretener en cosas que solo me lastimaron y me llevaron a ocuparme solo en dar explicaciones mientras silenciosamente dejaba que el fuego en mi se apagara. Tantas veces dije saber quién era, pero ante la mínima amenaza me sentaba cansada de luchar y solo esperaba que todo, inclusive yo terminara.

A veces uno cree que “volver a lo mismo” se trata de volver a las mismas cosas que hacías antes de nacer en la verdad, creemos que se trata de hábitos, “pecados típicos”, pero no nos damos cuenta que por más que ya no seamos iguales ni practiquemos las mismas cosas que antes, muchas veces volvemos a la mentalidad que teníamos. Detalles como creer que lo que existió siempre es así, y debe mantenerse así, o cada vez que el otro nos hace algo salir con los tapones de punta a “confrontar” y exponer la verdad porque no podemos dejar pasar que hablen de nosotros. Tampoco  podemos esperar y creemos que si callamos nos involucramos en la frase “yo dejo las cosas para Dios” creyendo que eso es solo un manto de piedad hipócrita. Pensando en esto me dije, cuando viste que Jesús fuera mediático y respondiera a tantas estupideces que decían de Él? Fue ahí cuando me di cuenta que valen más mis actitudes de propósito que mil palabras que pueda decir para demostrar que vivo en la verdad. Fue ahí cuando recordé la frase “La gente puede dudar de lo que tú dices, pero siempre creerán en lo que tú haces, porque por el fruto se conoce al árbol” entonces porque ocuparme de lo que dicen o dejan de decir? Más bien debo enfocarme en lo que tengo que hacer y no volver atrás. Debo consumirme en un fuego intenso que quema hasta los huesos. Debo repartir antorchas y cada mañana al mirarme en el espejo repetirme “Si deseas que tu vida impacte, ENFÓCALA! Ya deja de titubear. No trates de hacerlo todo. Haz menos. Hay que deshacerse de buenas actividades y concentrarse en hacer lo más importante. Nunca confundir ACTIVIDAD con PRODUCTIVIDAD. Puedes estar ocupado sin PROPÓSITO, y de que sirve?.
Pablo dijo: "Aquellos que queremos todo lo que Dios tiene, mantengámonos enfocados en la meta”.

Hay muchas cosas por hacer y el principio de todo es entender que una revolución siempre comienza desestabilizando todo lo estable, aceptable y cómodo. Eso se trata de romper toda idea preexistente y el pensamiento de creer que si siempre fue así, ahora también debe continuar así.
No dejo de recordar un sueño que últimamente se volvió recurrente, ver un gran terremoto a modo de zarandeo girando todo y una voz diciendo “Voy a dar un vuelco a todo lo conocido”. Debo ser leal a mi principio y decir que existe algo mucho más intenso, mucho más profundo, mucho más extenso y sobre todo mucho más loco de todo lo que la humanidad hasta hoy ah visto. Para verlo completamente solo debemos sacar de nuestros ojos las imágenes que toda la vida hemos visto. Qué es? No lo sé con exactitud, pero lo poco que eh visto ah provocado en mi un despertar tan grande que me llevo al punto extremo de decidirme a traer justicia para mi tierra sin importar que tanto tenga que hacer. De esto estoy segura, Dios se está encargando de que esta tarea comiencen a verla muchos de sus hijos, pero a cada uno se le mostrará una parte, así inevitablemente tendrán que ser equipo y lograr desarrollar lo que hasta aún la creación gime día a día por ver manifestado en la tierra.
Debo aclarar que esto no se trata de ministerios, congregaciones, ni irse de tal o cual lugar por lo que según “yo” veo, se trata de ser lo extremadamente valientes para meternos de lleno y de una buena vez en aquel que lo llena todo por completo. Si no sabes o no entiendes, entonces no decidas absolutamente nada determinante en tu vida, de lo contrario solo te alejaras cada vez mas de tu propósito.
También debo aclarar que no es “mi visión” simplemente es el llamado a una desesperación por su gloria y así juntos traer la revolución que tanto deseamos ver.




Por último tengo la necesidad de recordar cada día de mi vida esta carta:
FAITH + LOVE + HOPE

Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no soy amor, no soy mas que un metal que resuena o un platillo que hace ruido.
Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios, y poseo todo el conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada.
Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no soy amor, nada gano con eso.
El amor no se rinde. El amor se ocupa más por los demás que por uno mismo.
No es envidioso ni jactancioso, ni orgulloso. No es egoísta. No se enoja fácilmente, no guarda rencor.
El amor no se deleita con la maldad, sino que se regocija con la verdad.
Todo lo perdona, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca falla.
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé tras las cosas de niño.
Estas tres cosas permaneces: la FE, la ESPERANZA, y el AMOR. Pero el mayor de ellos es el AMOR.